Encuesta: Casi la mitad de los millennials citan los costos de vida como una barrera clave para adquirir una casa

En los mercados inmobiliarios de todo el país, el rápido
crecimiento de los precios de las viviendas y los bajos inventarios de
viviendas asequibles hacen que sea más difícil para los posibles compradores
poner un pie en la puerta. Eso es especialmente cierto para los millennials, casi la mitad de los cuales
identificó el costo de vida como una de las mayores barreras para comprar una
casa en comparación con otras generaciones, según una nueva encuesta de
El 45 por ciento de los millennials
(de 23 a 38 años) citan el costo de la vida como un impedimento para comprar
una casa, en comparación con solo el 38 por ciento de los pertenecientes a la Generación
X (de 39 a 54 años) y el 31 por ciento de los <i style=”mso-bidi-font-style:
normal”>baby boomers (de 55 a 73 años). La deuda por préstamos
estudiantiles, que ahora es de 1.6 billones de dólares, también obstaculiza desproporcionadamente
a los millennials, con un 23 por
ciento que la cita como un obstáculo en comparación con solo el 15 por ciento
de los miembros de la Generación X y el cinco por ciento de los baby boomers que quieren comprar una
La encuesta de Bankrate evalúa la capacidad de los
estadounidenses de ahorrar para el pago inicial, los costos de cierre (y su
conocimiento sobre los requisitos mínimos) durante una época en que la notable
falta de viviendas asequibles en muchas áreas del país es un tema candente. Aquellos
que no son dueños de una casa pero que lo desean a menudo se ven obstaculizados
por unos ingresos que no son lo suficientemente altos, junto con los altos
costos de vida. Y eso está obligando a los compradores de viviendas más jóvenes,
en particular, a encontrar formas creativas de hacer realidad su sueño de ser
propietarios.
Otros hallazgos clave de la encuesta nacional:
– Es más probable que los <i style=”mso-bidi-font-style:
normal”>millennials ahorren su propio pago inicial (el 53 por ciento lo
hace en comparación con el 47 por ciento de los miembros de la Generación X y
el 45 por ciento de los baby boomers).
– En promedio, los propietarios <i style=”mso-bidi-font-style:
normal”>millennials necesitaban tres años completos para ahorrar para el
pago inicial; los miembros de la Generación X necesitaban dos años y nueve
meses; los baby boomers necesitaban dos
años y seis meses.
– Poco más de la mitad (51 por ciento) de todos los adultos
estadounidenses no conocían la cantidad del pago inicial mínima requerida para
comprar una casa.
Si bien los compradores de viviendas más jóvenes pudieran sentir
que todo está en su contra financieramente, están utilizando múltiples vías
para financiar el pago inicial y los costos de cierre de su primera casa.
Además de ahorrar activamente más de su dinero para el pago
inicial y los costos de cierre que otras generaciones, el 33 por ciento de los
propietarios de viviendas millennials
afirman que usaron un programa de asistencia para el pago inicial o una
subvención, en comparación con el 27 por ciento de los de los miembros de la Generación
Un hallazgo preocupante muestra que los <i style=”mso-bidi-font-style:
normal”>millennials tienen el doble de probabilidades de utilizar sus
ahorros de jubilación que otras generaciones para financiar sus costos de
vivienda, lo que puede significar problemas más adelante. Dado que los
estadounidenses no ahorran lo suficiente para la jubilación, aprovechar una
cuenta 401 (k) para pagar una casa puede dañar la seguridad financiera de los millennials en sus últimos años.
En muchos casos, las barreras percibidas para la propiedad
de la vivienda pudieran superarse fácilmente con la orientación y la educación adecuadas,
indica Bruce McClary, vicepresidente de comunicaciones de la Federación
Nacional para el Asesoramiento Crediticio sin fines de lucro. Un buen primer
paso es hablar con un asesor de vivienda aprobado por el Departamento de
Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD, por su sigla en inglés) que puede brindarte
orientación específica acorde a tu situación.
El ingreso, por ejemplo, es un factor que, según muchas
personas, les impide pensar en que pueden comprar una casa, pero hay programas
de préstamos y subvenciones de ayuda para el pago inicial para ayudar a esas
personas, señala McClary.
“Las personas de todos los niveles de ingresos hacen la
transición del alquiler a la propiedad de vivienda, incluso en mercados de
vivienda que parecen más desafiantes que otros”, comenta McClary.
“Los problemas de crédito son otra área de conceptos erróneos porque las
personas suponen que su crédito no cumple con las pautas correctas. No es un
impedimento permanente (para la vivienda propia)”.
Si bien algunas personas no desean ser propietarias de una
casa, las que sí tienen este objetivo a la vista se preocupan por poder hacerlo
realidad. Uno de cada tres encuestados (el 32 por ciento) no cree que alguna
vez podrá ahorrar lo suficiente para el pago inicial y los costos de cierre,
según la encuesta de Bankrate. Este sentimiento se vuelve más pronunciado con
– El 27 por ciento de los <i style=”mso-bidi-font-style:
normal”>millennials reveló que piensa que nunca podrá ahorrar lo suficiente
para el pago inicial.
– El 37 por ciento de los miembros de la Generación X no
cree que pueda ahorrar lo suficiente.
– El 60 por ciento de los <i style=”mso-bidi-font-style:
normal”>baby boomers opina lo mismo.
Los compradores de vivienda por primera vez, en general,
rara vez destinan un 10 por ciento o más al pago inicial de sus primeras
viviendas. De hecho, el monto promedio del pago inicial para los compradores de
primera vivienda es del siete por ciento, según el Perfil de Compradores y
Vendedores de Viviendas de 2018 de la Asociación Nacional de Agentes
Inmobiliarios (NAR, por su sigla en inglés).
La disminución en los montos medios del pago inicial resalta
la accesibilidad de los programas de préstamos con pago inicial bajo, pero
también muestra brechas importantes entre los ingresos y el crecimiento del
precio de la vivienda, subraya Jessica Lautz, vicepresidenta de demografía de
“Los salarios simplemente no siguen el ritmo de los
precios de las viviendas”, agrega Lautz. De hecho, un cálculo de la NAR de
marzo muestra que entre 2012 y 2018, los precios de las viviendas aumentaron un
47 por ciento, mientras que los salarios aumentaron solo un 16 por ciento en
comparación.
Ahorrar para comprar una casa es más como un maratón que una
simple carrera de velocidad, especialmente para los compradores de viviendas
más jóvenes.
Algunas de estas percepciones podrían tener algo que ver con
el hecho de que los estadounidenses, en general, tienen nociones sesgadas de los
requisitos mínimos del pago inicial para comprar una casa.
Cuando se les preguntó sobre el pago inicial mínimo
requerido, el 51 por ciento de los estadounidenses no sabía la respuesta. Uno
de cada cuatro (28 por ciento) respondió que se requiere el 20 por ciento o más
del precio de compra.
Solo el dos por ciento de todos los encuestados mencionaron
que es de cero al cinco por ciento, que es el mínimo estándar real, dependiendo
del programa de préstamos. Todos los préstamos asegurados por el gobierno
entran en esta área, así como los programas de préstamos convencionales que
requieren un mínimo de tres por ciento de anticipo. Sin embargo, parece que los
encuestados no son plenamente conscientes de estas opciones que ofrecen una entrada
más asequible a la propiedad de vivienda.